![]() | Tenemos una enorme capacidad verbal de lucha: nos involucramos a menudo en discusiones tensas; pero ignoramos profundamente la naturaleza de esos combates entre opiniones y voluntades opuestas. Tal vez porque nos arrebata, la lucha es misteriosa para la razon. Frente al espectaculo de las disputas verbales, la razon parece fruncir el ceno y elevar los ojos. La existencia de discusiones racionales en el ambito publico no ha anulado la aparicion de otras interacciones, vehementes y radicales, que desbordan los limites del logos argumentativo y nos retornan a la lucha cuerpo a cuerpo.Esas interacciones apasionadamente indomitas tienen raices culturales profundas. Desde la perspectiva adoptada en este libro, se requiere interrogarlas y ampliar el espacio que las teorias de la argumentacion les han asignado a las discordias dominadas por el deseo de ver al enemigo morder el polvo. En otras palabras, esta obra se propone reactivar una materia mas bien olvidada o marginada de las concepciones normativas del argumento y de la argumentacion en las democracias, que aparece en el pensamiento occidental de manera intermitente y con el nombre propio de eristica |